Rostro de esclavitud. El infierno de la prostitución en camboya

Dos millones de menores en el mundo caen en redes de traficantes, son convertidos/as en esclavos, explotados o prostituidos. Uno de los países más vulnerables es Camboya, pobre y aún destrozado por 30 años de guerra. La mayoría de ellas/os son secuestrados o vendidos por algún miembro de su familia.
Un inmenso número de niñas, padecen en este país los estragos de la prostitución. Una de ellas, de tan sólo siete años, fue rescatada de un burdel donde la vendió su madre, es seropositiva. Otra niña fue encontrada hace un mes encerrada en una jaula en un burdel de su propia familia, desde entonces no habla. En la mayoría de los burdeles se somete a las niñas al proceso de seasoning , como llaman los traficantes al periodo de adaptación de una niña a su nueva situación, hasta que, tras las violaciones y torturas, acaba convencida de que su única opción para sobrevivir es la que tiene a la vista: prostituirse, trabajar para ellos de por vida, estarles agradecida. La fotógrafa Isabel Muñoz, mientras enseñaba los retratos a las niñas, una de ellas, delgadísima , de mirada perdida, ni siquiera se ría. Dice que vive con su proxeneta aquí al lado, y señala al barrizal repleto de niños desnudos y tenderetes. Hay otras niñas que son vendidas por su virginidad, una vez roto, las cosen una y otra vez para ser vendidas de nuevo. Escalofriante. Los asiáticos aún creen que si durante el acto sexual la mujer sangra y grita, es que la desfloran y con una virgen podrán alcanzar la inmortalidad. No hay calificativo para esta historia.
Mientras, la demanda de pornografía infantil por Internet crece. En agosto la policía de Camboya, detuvo a dos alemanes con un arsenal de material videográfico y a un americano. En el apartamento de uno de ellos se encontró a cuatro menores vietnamitas de 10 a 14 años y confiscó 20 videocasetes en los que se les ve practicar sexo con ellas. Camboya se está convirtiendo en uno de los paraísos para turistas sexuales. El mercado local del sexo es difícil de medir y de conseguir información, porque de cosas privadas no se habla en este país en el que abundan las supersticiones. Sólo hay dos normas, la escrita, que nadie respeta, y la del dinero.
Algunas menores son rescatadas por las ONG durante las redadas de la policía, pero otras mueren por los malos tratos. Hace poco se quemó un burdel de Neak Loung y aparecieron cuerpos carbonizados de niñas encadenadas. Pero nadie se escandaliza en un país en el que la ley sólo conoce un artículo, si te violan, guardas silencio.
Somalí Man, fundadora de AFESIP, y galardonada con el premio Príncipe de Asturias por su labor en dicha ONG, consiguió salir con vida de aquel infierno. Asegura que las secuelas psíquicas permanecen, “Los recuerdos que me trastornan aún son los de las violaciones y el del olor del esperma, el hedor de los prostíbulos” dice. También las físicas: “Y en lo más íntimo no puedo sentir el contacto de un hombre como una mujer normal, es imposible”. Somalí cree que el maltrato ahora ha cambiado de tono en el país. “En mis tiempos se nos aterrorizaba con serpientes, insectos, luego llegaron los golpes…hoy es más violento ¡les clavan clavos en la cabeza! Sí, es increíble, tenemos fotos. O emplean electricidad. Quizá sea por las películas chinas llenas de sadismo. O cosen a las más pequeñas y al rato las obligan a recibir clientes…”. Al finalizar, todas se juntan y cantan como despedida, una canción llena de sentimientos y sueños no alcanzados, Sok Ly, la niña encontrada en la jaula, muda, les mira. Seguramente, no aspira a tanto. Le basta, le habría bastado con la protección de la justicia.

Revista El País Semanal (resumido).

Mi humilde reflexión....

En general y por desgracia, la trata de niños/as para el comercio del sexo, mueve 40.000 millones de dólares, el tercero tras el de armas y la droga. UNICEF y otras organizaciones están intentando de manera urgente concienciar a los países con mayor número de menores obligados a diferentes formas de abusos o esclavitud sexual, para que se tomen las medidas necesarias y paliar este tráfico degradante y patético que sufren millones de niños/as. Hay ONG como AFESIP, que ha construido centros de acogida en Camboya para menores rescatadas de burdeles.

A modo personal, creo que se trata de un problema a nivel mundial, el cual no interesa realmente solucionar a los gobiernos de todos los países, debido a la cantidad de dinero que mueve. Al igual que la droga o las armas, será un problema de futuro que terminará con el mundo. Me repugna comprobar que los turistas sexuales o los que más demandan el negocio sexual infantil, son de países subdesarrollados, como EEUU, Europa Occidental, Japón o Australia. No puedo ni imaginar qué motivo impulsa a un adulto a cometer semejante atrocidad, y mucho menos a un gobierno permitirlo. Se debería de dotar con más personal a las fuerzas de estado para la localización y desmovilización del tráfico infantil sexual, así como red de pederastas y publicaciones de Internet.
Pero aún gritando a los cuatro vientos el fin de esta barbarie, como la labor de las ONG, sólo estaremos hablando de rescatar a una pequeña parte de estos niños/as, como dije antes, este negocio interesa a la industria del dinero, sin pensar siquiera en los ojos de esos niños que ven como se borran los sueños a medida que pasa el tiempo.

Mirarlos y llorar....notar su inocencia perdida....sus cuerpos profanados…ya no hay sonrisa...ya no hay alma... murió...solo queda el dolor.

HIJOS DE PUTA.....lo siento por el vocabulario......pero no puedo evitarlo.

DERECHOS QUE SON VULNERADOS.

Derecho a la protección frente a la tortura y la privación de libertad. El art. 37 especifica velar porque ningún niño sea sometido a torturas ni tratos o penas crueles inhumanos o degradantes.
Derecho a la protección frente a la trata, la explotación sexual y de otro tipo. En los art. 34 a 36, se refleja claramente el compromiso de proteger al niño/a en la incitación o la coacción para dedicarse a cualquier actividad sexual ilegal, la explotación en la prostitución, o actuar en espectáculos o materiales pornográficos. Asimismo velar por impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma.