Una de las inmersiones más solicitadas en la isla, es sin duda la de los chuchos, en el sur. A una profundidad de 20 metros, sobre fondo arenoso y algunas rocas, nos encontramos con varios ejemplares, que se acercan sin miedo a recoger sus "golosinas"...ya acostumbrados a la presencia de buceadores de todo el mundo, no parecen esconderse ni tener miedo...son preciosos...y algo traviesos....
Sus juegos, ya familiares para mi, se tornaban dulces, simpáticos..y divertidos. Un ejemplar no paraba de pasear por mi cuerpo, mientras su boca se adhería a mi traje, buscando algo que yo guardaba en la mano...me gustaba ver como intentaba llegar a la mano..y como yo volvía a cambiarlo...al final, consiguió lo que quería..su "golosina"...pero yo conseguí otra cosa...admirarlo..tocarlo, acariciarlo y jugar con él. Una vez más he tenido la oportunidad de vivir por un instante, por unos minutos..encuentros inolvidables...en el mar...y disfrutar de sus maravillas, ser testigo de su encanto, que me hipnotiza...
Si alguna vez tienes pensado venir, te lo recomiendo...se lo recomiendo a tod@s..el mar esconde algo que no podemos sentir en la superficie...no lo pienses...pruébalo.
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