Asistimos de manera incómoda y sorprendida a una situación que nosotros mismos hemos creado, y que tiene su origen en múltiples factores, como la ruptura de la unión familiar, la falta de interés por hacer el bien a los demás, el egoísmo por conseguir la satisfacción personal sin importar a quién o quiénes se hace daño por conseguirlo, la irresponsabilidad el individualismo radical y como no, el por siempre ansiado y codiciado dinero y poder absoluto, la falta de respeto hacia uno mismo y a los demás, que son también responsables del desprecio que inspiran la honestidad, el bien y la verdad. Ante todo este desajuste, sentimos la necesidad de hacer un llamamiento a todas las familias, para que juntas luchemos por conservar y hacer presentes en nuestras rutinas diarias, los valores que aseguren a nuestros niños/as una vida digna, pues son los más indefensos en esta batalla de violencia e individualismo feroz.
Si los niños/as son nuestro futuro, es tarea de todos apoyarlos y fortalecer su autoestima, suministrándoles ambientes de juego y aprendizaje que presten especial atención a los valores señalados. La ayuda del desarrollo de estos valores debe ser prioritaria en un mundo sacudido por la violencia, pero que quiere paz, que desea soluciones que surjan de la cooperación, de la solidaridad y de la razón. El mundo que nos rodea, amenaza con privar al ser humano de su capacidad de pensar y ser libre, y en la medida en que pierde su libertad, o no la desarrolla, va perdiendo su dignidad.
“si un niño no conoce la Paz, vivirá en guerra, aunque esta se haga con palabras...y esto impedirá su propio bienestar.”
“no importa de qué raza sea un niño, ni su religión, ni su nacionalidad, ni si es rico o pobre...por eso todos los niños/as deben ser protegidos de los que quieran diferenciarlos o despreciarlos por estas causas.”
Por otro lado, hacemos referencia que el maltrato entre iguales, las agresiones verbales, amenazas, insultos, entre niños y niñas constituyen una señal de alarma para los educadores/as, padre/madres, psicólogos, etc, ya que implican una carencia de valores básicos, como el diálogo o el respeto por los demás y por uno mismo. Por ello es preciso reaccionar y ser capaces de asumir entre todos/as la realización de proyectos de educación en la no violencia y la paz empezando desde muy pequeñitos y continuando durante el resto del desarrollo, puesto que la base que obtengan y afiancen hoy, será la personalidad y cúmulo de valores del mañana.
No demos la espalda a algo que nos implica a todos, de ellos depende nuestro futuro....si no....que tendremos...que les dejaremos.
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